Testimonios

«Quise probar las sesiones del Método Grinberg con Clara Palau porque tenía unos dolores muy grandes a causa de una hernia discal, que limitaba mucho mi mobilidad y afectaba mi estado de ánimo. Ya tenía cita para operarme, pero antes decidí darle una oportunidad y mi sorpresa fue que el dolor fue disminuyendo hasta desaparcer. Fue un gran descubrimiento el tránsito del dolor a través de la respiración y relajación. Empezé a aplicarlo en el día a día y sobretodo en las situaciones más estresantes. 

Además aprendí a tomar consciencia de mi postura y esto me ayudó a entender como me posiciono ante la vida y como su consecuente corrección me coloca desde otro ángulo y por supuesto otra manera de funcionar. También fui a natación regularmente.

Por otra parte en las sesiones pude entender como mi cuerpo me está mandando mensajes claros de lo que necesita constantemente a diferencia del parloteo engañoso de la mente. Estoy muy agradecida.»

Amalia. 

Cuando llegué a la sesión (con todos los males de estos que arrastramos hace tiempo y que nunca se llegan a ir del todo) la verdad es que no sabía muy bien en qué consistía el trabajo de Clara Palau… y me sorprendió gratamente.

Además de tomar conciencia de los mecanismos de tensión adquiridos y aprender a respirar, lo que más me impactó fue como me sentía una vez terminada la sesión. No recuerdo haber llegado a un estado de relajación tan profundo y placentero en mucho tiempo.Pero lo más impresionante es que aquel dolor que tenía en un punto muy concreto y que nunca antes había llegado a desaparecer por completo (sólo aliviado después de pasar por masajes, osteopatía, acupuntura ….) ¡lo he dejado de tener por primera vez en la vida! Estoy muy agradecida con esta experiencia y en estos momentos (pasados unos días) todavía me siento completamente liberada. ¡Gracias!»

María.

«He estado con Clara en un proceso de casi 4 años y ella realmente logró hacerme sentir mucho más cómoda con mi propia personalidad, mis emociones y miedos y me ayudó a superar las barreras que he acumulado inconscientemente. 

Nunca planeé iniciar un proceso que duraría tanto tiempo, pero después de comenzar, sentí que mi vida cotidiana se benefició tanto de los cambios, los descubrimientos y la capacidad de relajación que logré con ella. 

Aparte de estos beneficios, también sentí que mi vida empezó a ser más interesante. Y en los altibajos que uno puede experimentar en la vida (como puede ser la rotura de una pierna, una madre que se ha enfermado y tener un hijo) es una gran ayuda estar acompañada por una persona que tiene la capacidad de enraizarte y lograr que aprendas a no cargar con responsabilidades de otros, aprender a lidiar con la ansiedad y transformar el miedo en una fuerza que te permita sentir más fuerte y tranquila. Recomiendo totalmente probar esta experiencia, ya sea por un tiempo corto o largo»

Hannah.

«El primer día que escuche sobre el Método Grinberg pensé que era algo cómo un método de sanación alternativa parecido al Reiki.

Antes de la primera sesión estaba un poco escéptico pero a partir de ese día sentí un cambio muy fuerte, percibí que allí había algo que aprender y creo que parte importante de ese aprendizaje y la efectividad de un resultado es ser sincero con lo que se quiere, como se siente en realidad para poder sentirse bien y lograr de verdad un cambio.

Aún no se cómo definirlo pero es efectivo, en este momento viene a ser un empujón en el desarrollo de mi vida ya que mediante las sesiones he descubierto o despertado mejor a una nueva dimensión del cuerpo y esto ha tenido repercusiones a nivel mental y emocional solucionando conflictos familiares, condicionamientos y temores. 

Lo resumo; este método me ayuda a permanecer en el presente mediante el entrenamiento de la atención en el cuerpo y la respiración redescubriendo el cuerpo, su energía y sus capacidades naturales e innatas»

Peter.

Conocí el método Grinberg por casualidad, de hecho pensaba que en mi vida todo estaba bien, me sentía feliz y no necesitaba cambiar nada, aunque a menudo me sentía tensa, con dolores de espalda y alguna dificultad para respirar. Sólo en la primera sesión ya supe que estaba ante un proceso que me iba a cambiar profundamente y para siempre.

Clara me ayudó a percibir pequeños movimientos que durante el día iba repitiendo y llegaban a cargar muchísimo mi postura. Descubrí el enorme poder de la mente y de la respiración para calmarme y llenarme de energía. Perdí el miedo a sentir dolor y recuperé las ganas de ser yo misma sin importarme que los demás me acepten o no. Y lo mejor es que el proceso, con la ayuda de Clara, ha sido terriblemente sencillo. Semana a semana hemos introducido pequeños cambios en mi actitud y en mis movimientos. Muchas veces me sorprendía muchísimo cómo algo tan simple como, por ejemplo, esforzarme en mantener la cabeza erguida y sostener la mirada a los demás durante unos días podía mover en mí tantas energías.

Ahora Clara se ha ido a Colombia, y yo utilizo las herramientas que aprendí con ella para seguir sintiéndome calmada y poderosa. Espero que mucha gente al otro lado del océano aproveche su amor y su sabiduría.»

Monique.